En mi absurda estupidez,
Retomo la partida
Con intento de volver a perder…
Y pierdo, con la dignidad del imbécil…
Al menos tengo dignidad y ésta no se pierde.
Con actitud y no con menos acritud,
eres capaz de despedir con dolor
Con una canción de odio al latido más que perdido…
Un tono, dos tonos, sonando… Llamando: Te dejo…
Vale, sin remedio, al tono sonoro.
¡Cállate! Gritoooo dentro,
fuera digo: ¡háblame…!
No puedo más… No creo en el creer de tu palabra
Tu palabra fue un juego de la oca
Y ahora soy yo quién tira por que le toca…
Más no me llames,
Más no sin ruegos y sin juegos.
Más te importa una mierda…
Y si siento o no, te importa un…
Dejemos las rimas para los supremos del verso
Entre los que no me encuentro…
Los poderosos de la palabra estudian para ello
Arruina tu técnica ausente de talento
Manipula la palabra sin sentimiento,
Fantasías infantiles que prodigas con esmero,
Mientras recorro mi cuarto escuchando letras
Que alguna vez te dedique en sueños.
Interrumpe mis sueños con tu voz!! Ja!!
Pasa a la pesadilla del rencor de graznidos de pato
Que no de cisnes, demasiado romántico para el último canto…