Monday, November 06, 2006

Santo paseo

He salido de mí.
Por eso llevo mis cuerdas al cuello
Cuelgan, como yo,
Suspendido entre vida y muerte
Entre verdad y ficción
He salido rubio, siempre salgo moreno.
He entrado seco, aunque llovía.
El pavimento estaba mojado, casi me caía,
No me pidas que pueda andar y respirar a la vez,
Me moriría.
Recorro tres, cuatro visiones, hasta escalar sobre seguro
Llego a un saliente en la roca donde vivo,
Me siento seguro, no hay predadores cerca,
Pero llevo mis talismanes…
Por eso debiera esbozar una sonrisa…
Y lo hago, tiempo después.
Llego a una cueva cercana en una roca, en realidad,
Está en mi misma montaña, es la cueva de las provisiones etéreas
Es difícil de explicar.
En ella se materializan ideas de trabajo y sacrificio, sudor,
O simple posesión desinteresada de gran interés…
Hay quien tiene, y entonces se le materializan, y hay quien no
A mi normalmente, no me veréis por esa cueva
Ni por esa, ni por muchas otras de libre intercambio…
Sin embargo, acudí a ella,
a ver si se había recogido una cosecha del verano
a ver si la convertía en algo útil,
algo, por ejemplo, que le permitiera a mi voz
y a la de mi oyente cruzar grandes distancias…
un objeto brujo, en definitiva…
Entonces vi a tres mujeres atrapadas en una máquina
No las ayudé
Apenas creo en la existencia remota de esos aparatos
No podía concebir a esas personas luchando
Contra las máquinas, con ayuda de más máquinas…
Está claro que no era mi lucha.
Las miré, les deseé buena suerte mentalmente
Y ellas me desearon vete a la mierda mentalmente,
Así que íntegro, victorioso sobre la máquina y libre,
Anduve de nuevo el recodo hasta mi cueva común,
donde mi estancia vacía (A.K.A. the room) me esperaba
para convertirme de nuevo en lobo con piel de cordero.