Aún derramo ideas
No puedo contener
Ni la respiración
Desemboco cada verso
En un ritmo de rimas
De palabras dadas
Que surgen,
De entre la marea de la mañana.
Es posible que se oscurezca
La noche más negra para dar paso
a una rima banal?
Lo que es posible es:
Escribir taciturno, con ojeras
Con colillas, cafés y pesadumbre
Mientras irradia el sol por tu ventana.
Olvidemos las imágenes dadas
Tomemos unas nuevas
Reformemos la marea colectiva
Su conciencia es nula y adictiva
Se hiere y se quiere a sí misma
Y no sabe hacerlo de otro modo
Y eso hay que entenderlo
Sólo sabe bailar sobre sí misma
Y coquetear con cuantos la observan
Esa marea es caprichosa, ya lo sabemos
Y su juicio y movimiento, azaroso
Solo la brisa que produce, esa frescura
Hace merecer la pena todo el rito
Donde todos nos evidenciamos
Nos hacemos trasparentes
Aún más de lo que nos dicen ser,
De lo que nos opinamos,
Es duro entender más allá,
Y poder sacar fuerza para expresarlo
Por eso la imagen suele ser sombría
De derrota, entre humo y sustancias,
En la sombra tras su escritura.
Yo proclamo escribir transparente
Con lápiz de cristal, con la brisa del momento
Jugando con tu espacio, refrescando tu sonrisa
Haciéndola, una vez más, parte de tu ejercicio
Vital, acabar rimas y días arqueando labios.