Frío que emerge del infierno en mis carnes,
que se abrasan por el dolor,
y en el dolor grite tu nombre
que me atormenta en las noches de ausencia.
Vivo en la penumbra,
los pensamientos me asaltan
y no me deja sentir
Evado la mente con historias
que llenan mi alma, hasta embriagar el dolor
Resurge de las cenizas del gélido infierno
en el que conviertes mi sexo,
que apaga este fuego.