Sunday, November 05, 2006

Automatic Writer

Pasar las horas sin estar... Solitario nadie en un país sin tique, cuyas 20:30 administraron amor sin frenesí. Sexo aspirado como la droga que estrangula las rondas fundadas en el estreno, genios cabalgando sombras en plan balas rodeadas de patios con lunas... Suspender las palabras, noveles sistemas de tecnología aplicada a los sentidos . Dictan sin saber que es lo qué debes hacer con ellas. Quién te manda en las palabras, quien te dice como tienen qué ser. No admito la corrección, no sin sentido, no sin signos de admiración a los oídos. Presentes perfectos, perfectos pretéritos, peritos, qué hacen perritos falderos a los visores. Las colecciones no existen sin Arthur, todo es una franqueo pagado, con cartas sin destino, el destino sin atino, que combinó la suerte de las cartas, que jamás llegaron al sonido de los aviones. Los aviones que fluctuaban las ánimas convirtiéndose en escarabajos negros, qué nunca pudieron escalar las paredes amarillas, en las qué mearon los fiscales. Soledad. Pensando en ti siempre aunque me digas que no, no se puede besar el alma de quien amas por qué nunca llegas alcanzar la muerte, La muerte momentánea en tus brazos me quedo sin respiración cuando siento tus manos... Suspendo de nuevo las palabras, en sentido horizontal de los que tus labios no puedo tocar, carácter interrogativo toman las curvas de tu cuerpo, cuando amanezco al lado de tus pechos. Punto seguido, seguido de más de una coma, que hambre sin saber donde estoy me acerco de nuevo a tus pensamientos, esos que construyes con sólo dar dos pasos a mi alrededor, tecleando con dedos tu nombre me invento lo que puedo ser, algún día será no lo se, no puedo parar, el siete me mira con un paréntesis a su lado. Sigo sentada delante de las maderas cortadas con tus sierras, sierras en papel de periódico construidos con residuos de tu mierda. Mierda que como cuando te vacías en mí, soplando, soplando el pezón, acarició tu sexo, de nuevo, me besas, te beso si me dejas... suspendo el cuello, suspendo las palabras, con o sin acentos, con o sin ... con o sin ti, sin ti sin ti , sin mi , en mi. Comas más comas, más puntos qué no me llevan a nada. Si, si quisiera decir, de nuevo que en 26 de las líneas que sin querer miro los cuadrardos, de los espejos que reflejan las miradas de las gentes que jamás dijeron quienes eran cuando se acercaron a comer de todas las mentiras que quisimos mostrar pero se engañaron sin pensar en que no podían parar de decir los pensamientos al momento. Saber que nunca podrás callar, que ahora qué me siento me disparo, sin cesar. La necesidad siento la necesidad de seguir sin más estoy en éxtasis, me estoy follando las paginas una a una mientras siento que esto se me escapa, mientras el cansancio no remita podré seguir sin cesar, he dejado he dejado de pensar, pienso qué estoy pensando que dejo de pensar., Otra vez tu en mi mente, se me agolpan te me agolpas, sigo, sigo... suspendidos los suspiros de mi petit morte, te relevo a otro plano superior donde mi mente te aclama, reclama se exclama entre paréntesis y un símbolo de los perros qué se miran entre sí cuando desean romper a mear. Los osos con fotos mientras el gato de la pantalla me observa infundan seres que nunca imaginaria en rojo. Como los cangrejos que corretearon por mi piel aquel día tras las quemaduras, instantáneas de los cigarros apagados por figuras paternas en las pieles infantiles. Donde masacraban no sólo las pieles sino qué perturbaban los sexos estallando su palabras y palmas de las manos en las delicadas sonrisas de la tierna infancia donde jugaban a esconder, que ellos nunca fueron hombres sin respeto. Solo el respeto les hizo ser hombres. Alguna vez desee ser hombre sólo para faltarme el respeto a mi mismo...






Vuelves de nuevo, de nuevo estas quise un porcentaje de tu rostro al ver tus ojos. Sin fortuna azul, sin gafas que oculten el verdadero color de la verdad. Los montajes y las grandes funciones perjudican a los qué están alrededor, lila, lila transparente como un ratón con los ojos parpadeando en amarillo y rojo. Los colores estallan por la habitación, los colores en forma de espiral, en espiral, espiral de muerte estrangulada por la psicosis de volver a tener que recoger todo el caos de las teorías que aplastan a los arquitectos. En África también hay ciudades, con piedras construidas a su antojo, sin antes pensar que hubieron los colores en espirales, como cintas con cintas estaba todas rodeadas de cintas y cordones. Conocer a Mateo, que se balanceó en el columpio en tu ausencia. Cigarros humo que no aspiro qué respiro, respiro, sin a sentido a las cenizas las aparto. Quiero convertirme en ceniza en ceniza sin parar a un ceni-zero, las olas me llevaran en alguna botella como si fuera un mensaje de muerte para alguien. Las urnas se exponen, las vitroceramicas calientan los cerebros, a costa de saber que algo más te falta en la vida, como la publicidad que te sublimina a subliminar, mar otra vez mar. Apareces azul como la fortuna que enciende los secretos de las habitaciones a oscuras. De los baños de las discotecas cuando todos se marchan vuelve a parecer la verdadera mascarada. Adagios suenan adagios en mi cabeza, con o sin acento ingles si escribes da igual por que se lee igual. Si te oyes no podrán perdurar sobre el papel que te atormenta cuando se enfrenta a ti en blanco y nace el despecho. Entonces sin rencores, pero con poco pecho, me golpeo a tu despecho. Volviste en estos puntos suspensivos, Guarda la lengua que quieras para los lenguajes de la razón, que yo con mi corazón simplemente escribo sin razón. Sin razón la sin razón, zon son, son del mar que vuelve a mi azul como la fortuna. Como mis ojos que resplandecen sorbiendo sesos, follando mentes, saboreando sentidos, queriendo aspirar la vida en más de un instante, volver a quererte, quererme contigo. Romper las olas en la oscuridad bailando con las sombras, en tu venta a oscuras, de sentimientos la F se confunde con la t que se aposenta sobre una Y que roza a la T solo para Ahyentar los miedos que te produce verme teclear. Tocan a la puerta interrumpen las acciones dadas, por la vida sin mentiras, arriesgando sin más, sin plantear nada más que la tortura de no alcanzarte. Por encimas estás, estas tas, taso, aso tus manos, anos maltrechos, poco estrechos qué se desgarran por conseguir la cima de la montaña. Las cimas las altas cimas, esas cimas enzimas, debajo, células, protozoos en el zoo, bacterias en tu lengua. Lengua, saltarina donde las papilas gustativas han perdido el gusto por tus velas, dónde ahora la cera ya no quema y la seda sigue siendo rota por las espadas. Espaldas contra espalada miramos hacia un futuro pluscuamperfecto, paso de los tiempos verbales. Esos eran otros tiempos dónde los verbos adquirían el sentido negativo qué a la par construían las temporalidades atmosféricas, de las aceras mojadas, que nunca mojaran las espaldas, en las alambradas rosas, por lo matrimonios perfectos, en esta política atípica dónde los edificios se construyen siempre por abajo, pensando qué los cimientos son la base de la estabilidad, ayyyyyyyy! Buscar un equilibrio inexistente en tu consciente, sigue buscando... por qué aquí no hay más qué palabras suspendidas, en atributo a tu abrupto sentido del olfato que todo lo observa pero nada lo cuenta... Sigo esperando que me digas que algún día sentiste más que la nada por mi. Tampoco es necesario mentir o si? Miente si quieres... No sé qué más ahora ya sólo la inercia me lleva a la construcción de palabras algo dicta no se que es las faltas asaltan, los errores se comente, se meten en mente, así sin más, acentuado por supuesto, sólo si es solamente, sola sin por qué estas sola sin acento sola, simplemente sola...