Y las gentes bien vestirán de manera abigarrada e informal, inclusive en el domingo día del Señor y en el miércoles, día del Espectador, siendo este último, también un señor, o señora, o joven o señorita, o niños, que en todo caso pagan menos, y sin olvidar a los grupos y sus suculentos descuentos.
Los hombres y mujeres, descendientes del mismo Adán y la misma Eva, no tendrán ningún reparo en practicar el sexo entre unos y los otros o los otros y los unos, todos a la vez, o los unos con los unos y las otras con las otras, ejerciendo así la sodomía, sesentaynueves, cunnilingus, felaciones, tijeras y el uso indiscriminado de tangas y dildos, tan alejados por sí mismos del tradicional y familiar misionero dominguero, postfutbolero y machorgásmico. Esto le pesará a algunos, a otros les pasará y alguno que otro le hará pensárselo mucho durante su estacia en el instituto hasta que porfín se decida a salir del armario para sorpresa de
padres y alivio de amigos, o al revés.
Llegará un día en que una de las plagas, en forma humana, bailará semidesnudo sin descanso la canción Unstoppable de Santogold, cómo en éxtasis diabólico, y será así que la masa lo imite y su baile de la bestia será visto en la Colina de los Mil Ojos del Youtube, y esto no tendrá en si mismo mucha relevancia, pero marcará un hito freak en raves y festivales.