Y entonces hubo gentes, de distintas procedencias, culturas, colores, razas y olores, que se dieron cuenta de que su alimentación había sido desviada por el pecado, por el mal, la música house y la cultura fitness, y recordaron las palabras escritas por sabios y filósofos, por otros profetas y por periodistas sin oficio y blogeros ociosos, y recordaron con lamentación que en estas se les advirtió no comer cosas prohibidas, tales como animales que se arrastran y dejan babas, animales que corren en hipódromos, animales que corren en canódromos, animales que participan o apuestan en peleas de gallos, animales que penden de otros animales y que supuran una solución de contenido genético, animales que se encuentra en otros animales integrados y que manan sangre periódicamente, animales que se encuentran atropellados en la calle y animales sin número de trazabilidad según la normativa ISO-03470 de la Comunidad Europea.