Y fué una mañana que el profeta se encontraba en la cama tratando de ignorar la alarma que le intentaba despertar, cuando vió, entre el sueño y la vigilia y el adormilamiento narcoléptico en que se encontraba por regar sus noches con demasiado vino, una imagen, de un relieve y una claridad únicas, desde la pantalla de inicio de su dispositivo móvil, y resultó que esta imagen era divina, y parecía hablarle, y fue enmedio del sueño y de la consciencia que le fue revelado al profeta el grueso conceptual de el Apacolipsis, y de esta imagen, una pirámide y un ojo dentro de otra pirámide comenzaron a brotar colores, más allá del verde dólar, y el ojo se tornó azul, y le miraba fijamente, y la pirámide se volvió rugosa, y de su textura azarosa surgieron versos cuneiformes, y adquirió tanto significado cómo la piedra rosetta, y en seguida el profeta dudó, luego se durmió y finalmente tuvo toda la serie de revelaciones que el transmitiera aqui.