La Apoteosis es un signo del fin,
Del éxtasis finito,
Del orgasmo incompleto.
Una palabra como cualquier otra, pero difícil de deletrear,
De significado oculto para la plebe.
Una gran cantidad de información, como conocer esta palabra, habita en nuestra cabeza, en su hardware, ocupa un espacio físico,acotado.
Mucha de esta información inútil y demás basura indeleble cómo recuerdos, pensamientos, pasado, estructuras, en suma, la concepción del yo habita en ese espacio físico, del tamaño de un melón.
Cuando un golpe asesino o un disparo certero penetran en esa cavidad informe, toda esa cantidad de datos retorna a la naturaleza de la que se tomó prestada.
Con algo del tamaño de un melón no se puede concebir el universo, no hay cifra que equipare ambos cubicajes.
Estamos enfermos, si creemos lo contrario.
Hasta que no reventemos los melones, no estaremos en paz.