TYRELL:Llegará el momento de cosechar oro,
pues regaré con sangre lo que se me pida,
cualquier encargo, tarea, o trabajo
tendrá un precio y la muerte: será convenida,
Soy un humilde súbdito leal,
pero no entiendo ni me interesa la política,
no me importa replicar a perro, gato o al jabalí real,
pues mis actos, no conocen la ética.
Aquí replican las campanas:
se me ha mandado llamar
y sé, exactamente, los deseos de mi señor:
segar y cortar,
seré el campesino de su temor.
Pues mi nombre es Tyrell,
Por el oro pierdo la cabeza y soy docto carnicero,
Lo primero, será atender en su ruego a Ricardo,
lo segundo, despachar lo que ordene el Rey tercero,
pues haré de mi mano de curtido mercenario
lo que esté en su alcance para tener los favores reales,
no tanto por que me interese su compañía,
sino por que me interesan su alcancía y sus doblones.
Aquí es el lugar, el Palacio convertido en tuétano,
y yo, ejecutor de los sueños del soberano,
me presentaré, y desde este momento,
el compromiso y la corona sellarán un pacto
con mi asociación de asesinos.