Tuesday, January 06, 2009

La ruta de la seda y del opio

A párpado cerrado y tembloroso,
las proyecciones se suceden en mi ojo vil...
Te apareces en amarillos azafranados, verdes y morados,
paseando por ese lugar que imagino, ese mundo distinto.
Esa tierra emergente de tradición,
ese mundo fántastico,
esa proyección irreal de lo que en occidente pensamos.
Te imagino, pues sólo es eso lo que puedo hacer.
Y el recuerdo me atrapa feliz.
El ahora me desespera, pensando que todavía queda.
Pero pensarte calma las ansias.
Retiro mi pulso al tiempo,
le dejaré que pasé como quiera, ni más rápido ni más lento.
Que le doy mi tiempo al tiempo.
Que me paro y no me bajo.
Que soplo palabras al viento a ver si te llegan...
Que veo como vuelan a tu nervio auditivo.
Y allí se acomodan.
Y atraviesan tu retina y allí se tumban...
Dónde descansa todo, donde nace todo.
Allí, en tí, dónde estoy yo contigo.