Largo es el adiós interrumpido por ausencia
Este promontorio de sueños incompletos
Larga es la paciencia, del que actúa cada día
deseos son presos de la mirada los ojos
duro el ocaso/del ser esculpido
diezmado/ por sus ansias
de la sangre
al verse sólo clama un grito, abatido
para su corta vida es demasiado tarde
Larga la porfía del insigne sol del día
La especie se alimenta de hierbas y semillas
Sus valores: son las tablas en piedra fría
Sus aliados, son la lluvia la tierra y el viento
Espeso el dolor que sigue una partida
secas son las lágrimas de este cuento
Duro el ocaso del hombre esculpido
La tierra llorará algún día en tu herida
Las llamas del hambre extendieron raices
Hombres como hienas nunca celebraron
Calores entre honores y días más felices
Encontraron su muerte entre barro y entre heces.