Es el nombre de los monos
que regresan al atardecer…
al atardecer…
serán presa de los lobos
Las ventiscas que azotan el bosque
Sobre el lodo
Mueven la hojarasca.
El sonido es sordo
Cuando La Luna se tizna con tonos ocre
Nube ligera, Nube Dragón o Nube atmósfera
Lo siento si daña el sentimiento expreso
Serán fríos los versos de acero
Es como un círculo este círculo del cielo
Ciclo de tiempos eternos.
Así lo canta el vencejo.
Es el nombre de los monos con serpiente al cuello
Resgresos… ocasos y lamentos.
Serán presa de los lobos.
.
Sunday, January 27, 2008
Saturday, January 26, 2008
I miss U, I miss U baby... (con música)
Para ti pequeño....
En más que ambigua hora
Perdida pronto en casa...
Tengo nostalgia de lo que no ha pasado
Nostalgia de ese tú que no llega..
Perdida... Perdida pronto en casa...
Recuerdos de unas noches de mañanas
Mañanas de brazos largos...
De estaciones cabalgadas en el brazo de la noche...
Riendas de ti que no suelto..
Riendas a ti que me apego....
Y perdida pronto en casa a estas horas en ti pienso...
Que todo el mundo cambiase
Que toda la presencia muriese
Que todo lo que alrededor nace
Que todo lo que alrededor muere
No es más que el brillo de tu esencia
Que no es más que alma de mi entraña
Entraña muerta sin tu aliento...
Entraña pedigüeña de recuerdos...
Entraña mustia, mimosa de secretos...
En el desafío de miradas te añoro...
En el desafío de campanas que es una...
Te ansío, te prometo que hay más palabras
Palabras más de las que quisiera...
Pero me sobran motivos para darte el alma...
Leviatan a ti me vendo...
Sin más te hecho de menos...
Drum&Drunk
Friday, January 25, 2008
Leyenda
A solas... Tiritando dilemas.
Socavando en vano el resquicio de tu vientre.
Aún persigo el principio de una verdad...
De una verdad tan mía, congelada de lamentos...
Y envuelta en falsedades, mascaradas vanidades...
En ese circulo de gravedades me siento viva al respirar
Respirar...
Respirar..., sentido de la falsedad...
Que no hay entonces más verdad...
Que la máscara que llevas...
Carne va en el mercado nocturno...
Sonidos lejanos de héroes bíblicos...
Lucha a la onza para destruir al gigante
David contra Goliat...
Los vencedores ganan a las historias contadas
No siempre la verdad fue escrita...
Y ahora a fuego en piel gravas tu victoria porque eres un gigante
Gigante amantado de verdades...
Verdades tan grandes que viste el asfalto tus pisadas...
Pisadas de un Olimpo lejano... De esta ausencia que recuerda
Remember, Remember Five Nomvember
Vendettas Shakespirianas de cánticos de violenes
En honor a esta falta...
Me faltas...
Socavando en vano el resquicio de tu vientre.
Aún persigo el principio de una verdad...
De una verdad tan mía, congelada de lamentos...
Y envuelta en falsedades, mascaradas vanidades...
En ese circulo de gravedades me siento viva al respirar
Respirar...
Respirar..., sentido de la falsedad...
Que no hay entonces más verdad...
Que la máscara que llevas...
Carne va en el mercado nocturno...
Sonidos lejanos de héroes bíblicos...
Lucha a la onza para destruir al gigante
David contra Goliat...
Los vencedores ganan a las historias contadas
No siempre la verdad fue escrita...
Y ahora a fuego en piel gravas tu victoria porque eres un gigante
Gigante amantado de verdades...
Verdades tan grandes que viste el asfalto tus pisadas...
Pisadas de un Olimpo lejano... De esta ausencia que recuerda
Remember, Remember Five Nomvember
Vendettas Shakespirianas de cánticos de violenes
En honor a esta falta...
Me faltas...
Thursday, January 24, 2008
Poema 123: El Gramófono Verde
Me deslizo por el brazo de metal
del gramófono verde.
De rodillas en el vinilo.
Se desata la cuerda
y todo gira rápido,
me levanto Veloz...
El salón.
Los cuadros del surrealismo se deshacen
en cada giro
y el zafiro de la aguja se acerca,
traspiezo, pierdo el equilibrio
en el miedo.
El viento frustrado me arropa...
¡Que detengan la puta manivela!
La etiqueta de la elección
Se ríe de mí,
No entiendo...
¡Sigue girando!
Mi Blusa, es Pintura Amarilla.
A gatas
Voy a sentarme a pies colgantes
a la esquina
del gramófono...
del gramófono de madera
suspendido en amarillo.
Y me dejo caer...
.
Thursday, January 10, 2008
Wednesday, January 09, 2008
Monday, January 07, 2008
Susurros
Susurros, en mitad de aún no sé que… Y sólo están los susurros, suaves, deslizantes. Ahora,bueno, quizá hace un tiempo casi eterno que no te veo… Ahora sin eternidades te invento. Te cobijo en unos brazos que para ti, no son más que lo que son… Una extensión de mi cuerpo. Así fuiste siempre de práctica… Los brazos son los brazos, jamás fueron metáforas para ti. Eso me gusta. La practicidad que yo nunca he practicado.
Miré pues hacia donde me dijiste, y la gasa envolvía la piel. O raso, o seda, no soy una experta en tejidos. La moda nunca me hizo mejor persona. Quizá mejor vestida. Pero no mejor persona. En fin, que lo que llevabas y nada hubiese sido lo mismo. Sólo que a ti el vestuario sí te hizo grande. Esa es la pequeña diferencia entre tu desnudo, la ropa y yo. Deberías haber nacido con un slogan bajo el vientre: “Soy desechable, pero no soy para ti” Sí, como los medicamentos con contra indicaciones que te salven la vida. O de una intoxicación, o riesgos de urticaria. Dependiendo siempre de la cantidad que consumas. Mi sobredosis, a lo más que hubiese llegado es a un dolor de cabeza. Darte la muerte a ti sería vanagloriarte demasiado.
Quizá suena a reproche. Y sí quitamos el quizá, es un reproche a secas…
-No, no te confundas… A tiempo pasado las cosas no son más claras. ¡Qué no! ¡Calla! ¿Qué?
Bueno, siguen siendo susurros lejanos…
Entonces empezó el día, el otro, el día que continúa impasible en mi vida recostada, falta de lo perdido en el duelo de palabras. Así comienza el día, el otro, el día despertado de una noche falta, de una mañana continua de hábitos de supervivencia y vicios insanos. Y el sentido no me lo da el diccionario. Salir a la calle. Salir. Salir a la vida da miedo.
Roto todo, ¿qué queda? Pedazos de una nada construible. Atreverse siempre fue demasiado arriesgado. El riesgo siempre se corre. Se corre. Se corre contra la vida. El soporte me permite arriesgar e ir en contra y correr dónde no van los demás. Pero acabo donde estás tú. Un hámster hace lo mismo…
En esta jaula propia, en esta habitación propia… Y en este caos, este hámster se escapó en un descuido del dueño que le dio la espalda tres segundos. Sí, lloró, pero el mismo tiempo que se despistó. No importamos más que un hámster. Yo quise a mi dueño. ¡Lástima!
-¿A qué hora habíamos quedado? Llegué a tiempo creo. Tú, aquí. Es raro. Pensé que ya… No, para, no digas que… Otra vez… Lo sé. Se qué pude remediarlo. Sé que tenía que continuar. Sé todo lo que puedo saber acerca de mí… De momento. Puedes dejarme… Puedes intentar no decirme lo que tengo que hacer una vez más…
Susurros vuelven…La noche se acerca, es normal. En la noche se oyen mejor, me ato al sonido de esa música taladradora que llega a ser el pequeño hercio de una palabra acercándose a este oído. Sigo sin saber en medio de dónde estoy… Ellos sí.
Creo que se acerca el sueño, lucho contra él como puedo. Quiero dejarme vencer, en serio, quiero vencerme. Pero yo me pierdo. Y pierdo. Aparece la imagen que temo. Aparece el desierto. Un desierto incendiado, un desierto quemado. Rojo azufre, azafrán y un azul Tuaret. No me muevo, observo… Dejo que se queme, dejo que me queme. Me dejo…
Eso es lo que pasó, no me dejaste tú, me dejé yo… Y a ti conmigo.
Vuelven los sudores fríos, calambres inmovilizadores. Ojos abiertos de par en par, el corazón bombeando a prisas. Los músculos de la cara extendidos hasta casi el desgarro. Sangra mí boca, toso. Escupo encima de mí. Desnudo cuerpo ensangrentado. Mi propia naranja mecánica… Me dejé el bombín en casa…
Y al despertar la mañana. Al despertar. Despertares así, quiero siempre, de cortes de realidad sufrida. En medio de toda la marabunta. En medio de todo el gentío, que me despierten para vivir.
Y al despertar la mañana. Al despertar el día. El otro, el día. Y al despertar el espejo. Los susurros y yo. Y al despertar descubrir que no era más que eso. Mi otro, mi yo. Mi yo el que habla. Para decir: “Ya te lo dije”
Pero siguen los susurros en medio de aún no se qué… Pero ya no te invento… Y el ahora por fin dejo de ser ayer…
Miré pues hacia donde me dijiste, y la gasa envolvía la piel. O raso, o seda, no soy una experta en tejidos. La moda nunca me hizo mejor persona. Quizá mejor vestida. Pero no mejor persona. En fin, que lo que llevabas y nada hubiese sido lo mismo. Sólo que a ti el vestuario sí te hizo grande. Esa es la pequeña diferencia entre tu desnudo, la ropa y yo. Deberías haber nacido con un slogan bajo el vientre: “Soy desechable, pero no soy para ti” Sí, como los medicamentos con contra indicaciones que te salven la vida. O de una intoxicación, o riesgos de urticaria. Dependiendo siempre de la cantidad que consumas. Mi sobredosis, a lo más que hubiese llegado es a un dolor de cabeza. Darte la muerte a ti sería vanagloriarte demasiado.
Quizá suena a reproche. Y sí quitamos el quizá, es un reproche a secas…
-No, no te confundas… A tiempo pasado las cosas no son más claras. ¡Qué no! ¡Calla! ¿Qué?
Bueno, siguen siendo susurros lejanos…
Entonces empezó el día, el otro, el día que continúa impasible en mi vida recostada, falta de lo perdido en el duelo de palabras. Así comienza el día, el otro, el día despertado de una noche falta, de una mañana continua de hábitos de supervivencia y vicios insanos. Y el sentido no me lo da el diccionario. Salir a la calle. Salir. Salir a la vida da miedo.
Roto todo, ¿qué queda? Pedazos de una nada construible. Atreverse siempre fue demasiado arriesgado. El riesgo siempre se corre. Se corre. Se corre contra la vida. El soporte me permite arriesgar e ir en contra y correr dónde no van los demás. Pero acabo donde estás tú. Un hámster hace lo mismo…
En esta jaula propia, en esta habitación propia… Y en este caos, este hámster se escapó en un descuido del dueño que le dio la espalda tres segundos. Sí, lloró, pero el mismo tiempo que se despistó. No importamos más que un hámster. Yo quise a mi dueño. ¡Lástima!
-¿A qué hora habíamos quedado? Llegué a tiempo creo. Tú, aquí. Es raro. Pensé que ya… No, para, no digas que… Otra vez… Lo sé. Se qué pude remediarlo. Sé que tenía que continuar. Sé todo lo que puedo saber acerca de mí… De momento. Puedes dejarme… Puedes intentar no decirme lo que tengo que hacer una vez más…
Susurros vuelven…La noche se acerca, es normal. En la noche se oyen mejor, me ato al sonido de esa música taladradora que llega a ser el pequeño hercio de una palabra acercándose a este oído. Sigo sin saber en medio de dónde estoy… Ellos sí.
Creo que se acerca el sueño, lucho contra él como puedo. Quiero dejarme vencer, en serio, quiero vencerme. Pero yo me pierdo. Y pierdo. Aparece la imagen que temo. Aparece el desierto. Un desierto incendiado, un desierto quemado. Rojo azufre, azafrán y un azul Tuaret. No me muevo, observo… Dejo que se queme, dejo que me queme. Me dejo…
Eso es lo que pasó, no me dejaste tú, me dejé yo… Y a ti conmigo.
Vuelven los sudores fríos, calambres inmovilizadores. Ojos abiertos de par en par, el corazón bombeando a prisas. Los músculos de la cara extendidos hasta casi el desgarro. Sangra mí boca, toso. Escupo encima de mí. Desnudo cuerpo ensangrentado. Mi propia naranja mecánica… Me dejé el bombín en casa…
Y al despertar la mañana. Al despertar. Despertares así, quiero siempre, de cortes de realidad sufrida. En medio de toda la marabunta. En medio de todo el gentío, que me despierten para vivir.
Y al despertar la mañana. Al despertar el día. El otro, el día. Y al despertar el espejo. Los susurros y yo. Y al despertar descubrir que no era más que eso. Mi otro, mi yo. Mi yo el que habla. Para decir: “Ya te lo dije”
Pero siguen los susurros en medio de aún no se qué… Pero ya no te invento… Y el ahora por fin dejo de ser ayer…
Saturday, January 05, 2008
For Sale...
Me he vendido tan barato a mi hígado...
que ahora rompo,
deshago en fragmentos bílicos y vomitados
una parte de lo que amo..
Amo a lo volátil de tu aspecto
confunde en la mareas de deshechos
de insuficiencias renales...
Palabras sin acento
comas sin veredicto
Esculturas silenciadas
Y criticas y pensamientos constantes de auto-convencimiento
Y ruego tu lectura
No sé si en pro de una condescendencia
Pero sí en pro de una verdad que sólo es nuestra...
que ahora rompo,
deshago en fragmentos bílicos y vomitados
una parte de lo que amo..
Amo a lo volátil de tu aspecto
confunde en la mareas de deshechos
de insuficiencias renales...
Palabras sin acento
comas sin veredicto
Esculturas silenciadas
Y criticas y pensamientos constantes de auto-convencimiento
Y ruego tu lectura
No sé si en pro de una condescendencia
Pero sí en pro de una verdad que sólo es nuestra...
Friday, January 04, 2008
Tuesday, January 01, 2008
Y... Me... Contigo...(Al año) Aún digo...
Y aquí remando al viento,
pido condescendencia.
Y aquí escribiendo sobre tela...
Desafiando a la crítica de remilgos,
de formalismos vanos, varios...
Recibo de ti lo que todavía no olvido
lo que aún no puedo...
lo que no quiero...
lo que deseo...
Y hablo a ras, oteando esta noche finita
muriendo, mientras urdo tramas para aliviar rencores...
Perversa agonía que emana la piel en tu olvido...
Invirtiendo en fraudes de ánimas caras...
Me ato...
Me falto...
Me rindo...
Y digo: Fin del espectáculo...
pido condescendencia.
Y aquí escribiendo sobre tela...
Desafiando a la crítica de remilgos,
de formalismos vanos, varios...
Recibo de ti lo que todavía no olvido
lo que aún no puedo...
lo que no quiero...
lo que deseo...
Y hablo a ras, oteando esta noche finita
muriendo, mientras urdo tramas para aliviar rencores...
Perversa agonía que emana la piel en tu olvido...
Invirtiendo en fraudes de ánimas caras...
Me ato...
Me falto...
Me rindo...
Y digo: Fin del espectáculo...
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