No tenemos miedo.
Inventamos monstruos. Extraterrestres y fantasmas.
Pero no les tenemos miedo, les combatimos.
Los desangramos.
Inventamos odios, xenofobias y racismos.
Pero no les tenemos miedo, les combatimos.
Los desangramos.
Inventamos excusas, conflictos, malentendidos.
Pero no les tenemos miedo, les combatimos.
Los desangramos.
Inventamos profundidades marinas.
Pero la mayor profundidad está en nosotros.
Nos desangramos.
Yo le tengo miedo al más mínimo insecto.
A cualquier cosa que se mueve,
confundo partículas de polen con peligro,
moléculas de polvo con ejércitos de arácnidos.
En esa debacle, me estremezco con el paso del aire.